Las quejas llegan a puntos de tensión insostenibles. Ayer la situación en la ZAL alcanzó a momentos de máxima turbulencia ante la reiterada y airada protesta de los transportistas por las estrictas medidas que deben cumplir al ingresar a la provincia.

Largas filas y e interminables horas de espera son la antesala. Después viene el control en la Zona de Actividades Logísticas, en la ruta Interfábricas (parque industrial oeste de Villa Mercedes) y la obligación de cumplir con un protocolo que, a estas alturas, se torna insoportable, especialmente para los camioneros que viven en la ciudad y hace uno o dos meses que no pueden estar en su casa con su familia.

Los transportistas ya habían anticipado el descontento y la necesidad de que el gobierno afloje algo con las restricciones. Están dispuestos a evitar todos los riesgos para no contagiar a nadie. Uno de ellos lo expresó claramente: “Tenemos familia, lo último que queremos es venir y contagiar a nuestros seres queridos. Arriba del camión solamente transportamos mercadería de un punto a otro, no hacemos carga ni descarga, prácticamente no tenemos contacto con nadie, todo se maneja por comunicaciones entre la empresa y los clientes. Es decir, corremos menos riesgo que los mismos policías o la gente que está haciendo los controles en estos puestos”.

Pero sus quejas no son escuchadas y los protocolos siguen tan estrictos como los primeros días de las medidas sanitarias, es decir que cuando ingresan a San Luis deben cumplir con la cuarentena de 14 días en los lugares que el gobierno les indique. “Lo único que nos dijeron es que nos dan la posibilidad de que nos hagamos exámenes por nuestra cuenta para presentarlos y certificar que no estamos infectados. Pero no solamente que esos análisis son carísimos, sino que tardan varios días. No es una solución”.

Este jueves por la tarde, el periodista Javier Mamy informaba que los camioneros se habían “rebelado” en medio de los controles en la ZAL, para iniciar una medida de fuerza que amenazaba con cortar el tránsito en la Interfábrica. Rápidamente, las redes sociales también se hicieron eco de las protestas de los transportistas. Uno de ellos decía: “Nos tienen a las vueltas. Esto se tiene que terminar. Hace 20 días que no puedo volver a mi casa y así muchos de mis compañeros. Nos quieren tener acá para arriesgarnos a que, si uno no tiene una enfermedad, agarrársela acá. Meternos ahí con tanta gente…y si uno no está contagiado es muy alto el riesgo de contagiarse. La mujer que trabaja ahí está sin ninguna medida de seguridad, sin guantes…Esperemos que el sindicato nacional tome una medida, estaría feo desabastecer a la provincia, pero queremos los mismos derechos que tienen los trabajadores de toda la Argentina…estas medidas autoritarias del gobierno no se las vamos a aceptar”.

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