Además de ayudar en la distribución de alcohol en gel, lavandina y demás elementos sanitarios, el Sindicato de Panaderos distribuyó 500 barbijos para los trabajadores del sector.

“Nosotros arrancamos con la actividad solidaria cuando empezó la cuarentena. Colaboramos con la Municipalidad en la entrega de cloro y elementos de limpieza que se usan en los lugares públicos, bancos y hospitales. Al mismo tiempo, reforzamos la donación de pan que nos entregan las panaderías y que distribuimos en los merenderos y comedores para ayudar a las familias que más necesitaban”, contó el secretario general del Sindicato de Panaderos San Luis, Darío Martinelli.

En el marco de las medidas sanitarias para los trabajadores del sector, uno de los que no paró durante la cuarentena por el coronavirus, el Sindicato consiguió la donación de telas impermeables, usadas para la confección de barbijos.

“Nos pusimos en contacto con gente amiga para usar las telas. Gracias a la ayuda de las personas que integran la cooperadora del Hogar Escuela, al matrimonio de Aníbal Maldosena y su señora María, que pusieron a disposición sus máquinas, que en forma desinteresada confeccionaron los barbijos, pudimos contar con 500 de estos tapabocas para poder distribuirlos entre los trabajadores, como también entre las familias que concurren a los merenderos a retirar el pan y el plato de comida”, comentó.

La situación de las panaderías también atraviesa la crisis propia de la baja en las ventas: “nosotros estamos en contacto permanente con los trabajadores y los propietarios de los comercios para asegurarnos, en primer lugar, las fuentes de trabajo y los salarios. Estamos trabajando en estos aspectos para que salgamos de esta difícil situación”.